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Ciudades sostenibles, un objetivo no tan próximo

Somos más de siete mil millones y medio de habitantes en el planeta tierra. Es decir, 7.500.000.000 de personas viviendo y consumiendo recursos como nunca antes en nuestra corta historia.

Somos la generación con más esperanza de vida, pues el avance de la tecnología focalizada en la ciencia y en la salud permite vivir más y mejor. Del mismo modo, ese avance tecnológico se ha transformado en una rutina constante de consumo de materias primas naturales sin precedentes. Una verdad palparía es que hemos avanzado más en los últimos 50 años que en los anteriores 2 siglos, pero se ha hecho estrangulando a un planeta que está al límite.

Las grandes urbes actuales son un ejemplo más que claro de la incompatibilidad entre crecimiento exponencial de ciudadanos, edificios, vehículos y, en definitiva, todo lo relacionado con las ciudades, y sostenibilidad en el futuro. De ahí que surja uno de los conceptos básicos, y a menudo tomados poco en serio, de nuestro tiempo: el crecimiento sostenible.

¿Qué es el crecimiento sostenible?

Sin duda unos de los conceptos más utilizados, mencionados y escritos de los últimos años. El reto de crecer sosteniblemente es complejo, ya que venimos de una época donde los recursos naturales parecían ser ilimitados.

Con el paso del tiempo, y sobre todo de su uso, se ha visto que de infinitos tienen poco y que, como sigamos consumiéndolos de la misma manera la sociedad tal y como la conocemos colapsará. El desarrollo sostenible, término sinónimo, nace a finales del siglo pasado y juega un papel fundamental en la actualidad, siendo una de las estrategias seguidas por gobiernos y empresas de todo el mundo.

El concepto se fundamenta en que la sociedad debe seguir buscando los objetivos de mejorar y crecer tradicionales, pero, y aquí es lo importante, teniendo en cuenta que los recursos del planeta no son duraderos y que ese crecimiento no debe ser negativo para las próximas generaciones. Dentro de un crecimiento sostenible, los valores como la responsabilidad, la coherencia y la inclusión son pilares fundamentales para hacer de este, un lugar mejor.

Se resume en crecer satisfaciendo nuestras necesidades actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Así lo recoge, en la segunda acepción de sostenible, la RAE: especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.

El crecimiento y las ciudades sostenibles

Las ciudades son un punto fundamental si se quiere conseguir un desarrollo sostenible real. Es el lugar donde más recursos y energía se consumen, ya que muchas ciudades se han convertido en mega urbes que aglutinan a millones de personas.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, de esos más de 7,5 mil millones de seres humanos que vivimos en la Tierra, 450 millones viven en 28 ciudades, de las cuales 50 de ellas superan los 10 millones de habitantes. Las 5 ciudades más pobladas del planeta son asiáticas, no es de extrañar si observamos que China y la India suman casi 3 mil millones de personas, es decir, prácticamente el 40% del total de la población mundial.

Guangzhou, Tokio, Shanghái, Yakarta y Delhi son las cinco aglomeraciones urbanas con más ciudadanos de nuestro planea. La población de Guangzhou es similar a la de España. Es decir, solo en un núcleo urbano de China, hay tanta gente como en nuestro país.

Por eso es tan importante que las ciudades, sobre las urbes tan masificadas, tengan una base sostenible que las haga crecer de manera que el consumo de recursos y de energía sea óptima. El uso de energías renovables, la movilidad sostenible, el consumo de materias primas, la reducción de la contaminación son algunos de los ejemplos en los que se sustenta cualquier estrategia de desarrollo sostenible.

El crecimiento de las ciudades y su transformación en urbes sostenibles es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de los que ya hemos hablado en este foro. La ONU, junto con los países más industrializados, ha realizado un enfoque para que, en 2030, se cumplan esos objetivos y el mundo sea un lugar mejor. Entre todos está el reto de conseguirlo.